BUENAS PRÁCTICAS PARA EL DESARROLLO DE LA COMPETENCIA DIGITAL

En la 3ª unidad del MOOC Enseñar y evaluar la competencia digital, nos han pedido que busquemos 2 experiencias educativas o propuestas didácticas que consideremos buenas prácticas para el desarrollo de la competencia digital en el alumnado. 

En un primer momento, buceé en Procomún; después, pasé a Twitter; y, por último, recurrí a Google. Pero nada. No me convencía ninguna. Entonces, me di cuenta de qué estaba buscando realmente: experiencias educativas, sinónimo de vivencias. Por lo tanto, en lugar de recurrir al océano de la red, recurrí a mi pequeño arroyo: mi memoria. A pesar de que las experiencias de otras personas puedan ser muy inspiradoras (que, ciertamente, lo son), creo que las experiencias que vivimos en primera persona son las que realmente nos inspiran y nos permiten valorar con exactitud si esa experiencia se puede considerar buena práctica.

Por esa razón, he escogido dos experiencias propias que me han ayudado a desarrollar la competencia digital:

a) Trabajo colaborativo online en el master
Allá por el 2011, cuando las herramientas colaborativas no estaban tan a la orden del día, en el master que realicé en la UNED nos pidieron que hiciéramos un trabajo colaborativo (que no cooperativo) sobre una asignatura. Debíamos hacer un mapa conceptual colaborativo. Utilizamos cmaptools para realizarlo y skype para comunicarnos en tiempo real. Como éramos 5 personas, no podíamos utilizar videollamada, porque skype solo admitía un número inferior de imagen de vídeo. Por lo tanto, realizamos algo nuevo para mí: utilizar varias herramientas sincrónicas para trabajar sobre un mismo documento a cientos de kilómetros de distancia. Además de aprender el manejo de esas herramientas, la tecnología nos ayudó a aprender algo más interesante: a comunicarnos. Cuando no estás cara a cara, la comunicación está mediada por la tecnología y las reglas cambian. Aprender a colaborar en un entorno comunicativo distinto al habitual fue un verdadero reto. Muy enriquecedor.



b) Proponer una e-actividad
A priori, no parece una buena práctica: preparar una actividad para desarrollar la competencia digital. Pues he de confesaros de que me parece una de las mejores maneras para trabajar la competencia digital. Tanto si la propuesta es como alumna como si es como profesora, proponer una actividad exige un nivel de reflexión que tome en cuenta el objetivo definido. Esto pone en marcha la reflexión sobre varios aspectos: qué es la competencia digital, qué área vamos a trabajar y qué vamos a realizar para desarrollarla. ¿Acaso hay mejor forma de desarrollar la compentecia digital? En el curso Competencia Digital Docente y Educación Abierta (DIGCOMP & Open Education), nos pidieron eso, exactamente. Para mí es una práctica excelente; no solo para el profesorado, sino como planteamiento para el alumnado. Es decir, podemos empoderar al alumnado para que sea el referente del desarrollo de la competencia digital de alumnado más joven. De esta manera, el profesorado se convierte en guía que apoya el desarrollo de las actividades planteadas por el alumnado. 

Por ahora, esas han sido las dos experiencias que me han parecido adecuadas para citarlas como buenas prácticas. Espero que vengan muchas más.

Seguimos aprendiendo. :)

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